Tuesday, April 1, 2014

La Doncella de Orleans.


La Doncella de Orleans, nacida en el seno de una familia campesina acomodada, fue una heroína francesa que con sus escasos 18 años de edad, comando el ejército francés de cinco mil hombres (1429),  lucho contra los invasores ingleses y los derroto. Juana de Arco (1412-1431)  que así era su nombre, no solo fue una heroína, sino que también se la considero una santa por lo que fue beatificada en el año 1909 y canonizada en el año 1920, año en que Francia la proclamo su patrona (p., 175) (1)

            Schiller (1759-1805), estreno su obra “La Doncella de Orleans” en 1801, en ella imprimió en toda su magnitud el movimiento romántico de la época, encarnado en su personaje principal Juana de Arco, en el que prima la sensibilidad, la imaginación y las pasiones (p.156) (1) por sobre la razón, es decir la manifestación libre de sus impresiones personales con un amor entrañable a la patria, su libertad y nacionalismo.

Juana de Arco no perteneció a ningún partido o tendencia política, ella significó para Francia un símbolo de amor; refiriéndose a ello, Nicolás Sarkozy afirma,  que la dama de Domremy “es un símbolo patriótico que significa el amor a la patria sin rechazo de los demás”, pero, ¿Qué relación tiene la libertad con el sentimiento? Desde muy antiguo se pensó que los sentimientos son los que determinan el grado de libertad y era esa la preocupación de los griegos, el pensamiento oriental y muchas religiones de la antigüedad. La libertad no es una condición sino un estado interior de la persona, no es un punto de partida sino una conquista que cada día el hombre debe realizar; por tal motivo, la libertad está relacionada con el sentimiento y el sentimiento con la razón equilibrada. Aristóteles comparaba al hombre arrastrado por la pasión con el que está dormido, loco o embriagado: son estados que indican debilidad, no saber controlar las fuerzas que se apoderan del individuo y que son extrañas a él, añadía, que hay sentimientos que disminuyen nuestra libertad y sentimientos que las refuerzan (párr., 4,5) (2).

El símbolo de amor y libertad – Juana de Arco - no podía terminar en la hoguera como pretendían los que la acusaban de brujería, su final debía estar acorde con el sentimiento patriótico libertario que originó el movimiento y así fue.

El buitre, simbolismo del animal.

El Buitre, es uno de los cuentos cortos de Franz Kafka (1883-1924) que al darle lectura se puede percibir que algo no está funcionando en la sociedad, malfuncionamiento que deriva en que el individuo decida por x motivo tomar una posición pasiva frente a un peligro o situación extrema patente aun a riesgo de su propia vida. Los relatos del autor son difíciles de interpretarlos literalmente por lo que su lectura tiene que entrar en el plano alegórico para ser comprendido. En el caso del cuento del buitre al parecer existe un paragón –simbolismo- con lo que sucede en el plano socio-político de un país y es al que se va a referir este breve ensayo.

El cuento se inicia con un buitre picoteando los pies de un individuo, ya le había desgarrado las medias y los zapatos, en cada picotazo hacia su planeo alrededor de él y proseguía su obra.

Alegóricamente, en un país, la sociedad en estado pasivo, esta simbolizado por el hombre del cuento de Kafka, es el centro de atención de la narrativa; el buitre representa a la clase política que revolotea sobre la sociedad productiva infringiéndole zarpazos a sus impuestos y picotazos a la justicia.

Paso un señor, miro un rato al individuo  y le pregunto porque toleraba al buitre – estoy indefenso contesto, vino,  lo quise espantar y hasta proyecte torcerle el pescuezo, pero estos animales son muy fuertes. - No se deje atormentar, dijo el señor, un tiro y el buitre se acabó.

La figura del cuento, es posible interpretarla como la sociedad agredida que no pide auxilio, pero si sabe que la necesita porque está siendo agredida en su bienestar, en su modo de vida… ante una comunidad internacional que observa y aconseja pero en principio no interviene, más al contrario no entiende porque los pueblos permiten que sus gobernantes se aprovechen de ellos.

Prosigue Kafka en su cuento, el buitre había escuchado tranquilamente  el dialogo del hombre y el mirón: voló un poco más lejos para tomar impulso y se arrojó como jabalina haciendo que su pico penetrara en la boca del hombre colmando sus profundidades, la sangre inundaba todas las riberas y el buitre irremediablemente, se ahogaba.

Los políticos simbolizados en el cuento por el buitre, destruyen sus naciones en su provecho personal aun a sabiendas que están acabando con la oportunidad de sus hijos a futuro –los políticos son aves de rapiña.

La toma de conciencia solo es posible conseguirla a través de la educación, para ello es necesario que del seno de la sociedad surjan adelantados capaces de diseñar programas de liberación personal,  proyectar ese cambio con ambiciones colectivas de superación que muevan a la sociedad en su conjunto hacia metas superiores con coraje y determinación.