Tanto
el servil como el arrogante cargan en su giba la condenación del que dirán;
el primero intentando apaciguar la ira
de los intolerantes y el segundo en el afán de demostrar que es más que los
demás.
Una persona humilde no
tiene que aparentar lo que no es, de ahí que se puede considerar que el
humilde, es la persona que se encuentra más cercana a la felicidad debido a que
transita sin ataduras por la vida.
¿Qué
es la humildad?
La humildad proviene de
la palabra “humus” que significa tierra, de donde se deduce que la persona
humilde es la bien situada sobre la superficie terrestre, que no se conceptúa más
ni se siente menos que sus semejantes.
El humilde es sencillo
y trata a los demás con respeto y justicia sin importar el nivel de vida social
en el que se encuentren, por lo que ser humilde significa comprender la
igualdad
Ontológica – estudio
del ser relacionado con él - del ser humano.
El servilismo y la
arrogancia son sus contrapartes que van
en direcciones opuestas, de ahí que en los países menos desarrollados se sienta
con mayor intensidad las acciones de una persona que dispone de poder tratando
de una manera déspota a sus inferiores; pero, servil con los que detentan el
poder.
En la actualidad y dado
el espíritu mercantilista – interés excesivo por conseguir ganancias en cosas
que no deberían ser objeto de comercio – en que se vive, algunas virtudes han
sido trastocadas; entre ellas, se dice que alguien es humilde casi de manera
peyorativa, con el objeto de significar que es un ser apocado, inseguro y tal
vez hasta servil. Esas son deformaciones del sentido de las palabras que
esconden el verdadero significado de algunas virtudes; sin embargo, cada vez se
denota mayor importancia a la búsqueda del real significado que encierra cada
palabra en el trayecto que conduce a la felicidad.
Austeridad
y Generosidad – Templanza – Prudencia - Sabiduría
¿La
Felicidad?
Aristóteles pensaba que
una persona podría alcanzar la felicidad de cultivar a lo largo de su vida
todas sus capacidades, pero no pensaba que alcanzar la felicidad consistiera en
obtener metas o determinados bienes; sino más bien, en el despliegue de sus
capacidades para tratar de conseguir esas metas o bienes.
Las
Virtudes
El filósofo creía que
para alcanzar la felicidad era importante cultivar las virtudes. La palabra
virtud proviene del vocablo “vir” que significa fuerza. Así, el hombre tiene
muchas virtudes, pero es necesario cultivarlas voluntariamente. Aristóteles definía
la virtud como un buen hábito. La virtud es un hábito bueno que hace a la
persona capaz de cumplir el bien de una manera fácil y gratificante.
Las virtudes se las
adquiere con mucho esfuerzo a través de la repetición de acciones buenas y
virtudes infusas, es decir recibidas como un don de Dios. Las virtudes
adquiridas llamadas también virtudes morales, se agrupan en torno a virtudes
fundamentales llamadas cardinales; que son, la prudencia, la justicia, la
fortaleza y la templanza.
Hábitos
Los buenos hábitos
conducen a las personas a actuaciones consistentes perfeccionándolos como seres
humanos; por lo que no es posible que una persona desarrolle sus virtudes si no
practica buenos hábitos.
Bibliografía
Espíndola, J. L. (2005)
Análisis de problemas y toma de
decisiones. Por Pearson Educación de
México, S.A. de C.V.
Aciprensa (s.f.) Las virtudes. (Documento www) https://www.aciprensa.com/moral/virtudes.htm
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