El protagonista de la
tragedia es el hijo del Rey Laius y de la Reina Yocasta de Tebas. Laius
consulta al Oráculo –respuesta de un dios a una consulta - quien le hace conocer que su propio hijo será el autor material su muerte,
el Rey manda a que le quiten la vida a su bebe con el fin de que no se consume
la tragedia vaticinada.
Él bebe es salvado de la muerte por la acción compasiva del
sirviente del Rey y del pastor que lo rescata llevándolo luego a la presencia del Rey en Corinto, quien lo adopta,
lo cría y lo educa como a su propio
hijo. Edipo crece en un ambiente feliz sin saber su propio origen hasta que el Oráculo,
esta vez a Edipo, le advierte sobre los designios de su destino, el Oráculo
sabe que Edipo está destinado a matar a su padre y a unirse a su propia madre.
Edipo
para evitar que se cumplan las predicciones del Oráculo, abandona Corinto.
Edipo en el afán de alejarse lo más posible de Corinto, llegando a Tebas, en el
camino, allí en una encrucijada donde sin saberlo en una disputa le da muerte
al Rey Laius, ya en Tebas Edipo le salva de una maldición al reino, resolviendo
una adivinanza, por lo que se gana el
amor del pueblo convirtiéndose Rey de Tebas al casarse con la Reina.
¿Es posible o imposible escapar del destino? El
Oráculo fue certero en sus predicciones del destino cuyo protagonista es Edipo,
destino que el Rey de Tebas intento cambiar incluso sacrificando a su hijo
heredero del trono, el destino trazado por los dioses continuo con sus designios
implacables e invariables al salvar la vida de Edipo y devolverlo en la edad
adulta, al escenario donde se había de
cumplirse infaliblemente el trágico acontecimiento.
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